Pensar con la pintura nos debe ayudar a aprender a pensar en términos desensaciones, colores, formas, composiciones, todo ello aplicando el razonamiento lógico a la contemplación del arte para hacer de los alumnos unos buenoscontempladores: que disfruten, pero critiquen y tengan un criterio y sean capaces de crear. Es decir, por una parte, ejercitar distintas habilidades de pensamiento a través de la contemplación de un cuadro (observar, formular hipótesis, imaginar, dar razones, interpretar, etc.) y, por otra parte, conseguir actitudes tanto intelectuales como sensitivas y emotivas, a partir del análisis y el trabajo creativo de algunas pinturas. 5
«En lugar de contraponer siempre la inteligencia a los sentimientos, uneducador debería centrar sus esfuerzos para hacer que los deseos fueran más inteligentes y las experiencias intelectuales más llenas de emoción.» M. Lipman. Filosofía a l’escola, pág. 218.
Por eso es por lo que ideamos una colección posible (ni la única, ni la mejor) que, programa por programa, complementara el relato, ayudándose de imágenes, todas ellas de grandes pintores.
Así, los enseñantes pueden usar el diálogo y trabajar con una imagen del mismo modo que a partir de un texto. Pero, no con cualquier imagen, sino con imágenes que, por razones de calidad, son denominadas obras de arte.
Los cuadros que se sugieren deben tener contexto. Menos en la educación infantil donde la pintura es sustantiva y su presentación dependerá de la organización del ciclo, en los programas de primaria y secundaria la pintura es complementaria del texto y se debe tratar de acuerdo con los intereses de los estudiantes.
Ofrecemos un dossier, en formato pdf, con sugerencias para trabajar con las pinturas en el aula y un listado de las obras propuestas para cada programa.