Para favorecer el diálogo filosófico en el aula, ofrecemos ejemplos de actividades que
procuran conectar el ejercicio de habilidades de pensamiento y la reflexión sobre valores. Los contenidos de estas actividades tienen como hilo conductor una clasificación cuádruple: tierra, agua, fuego y aire. Esta clasificación nos la han legado algunos autores de la antigüedad (como por ejemplo, Empédocles, s.Va C), que vieron el cosmos como un orden formado por estos cuatro principios a partir de los cuales se generaban todas las cosas.

Desde una perspectiva ambiental, retomamos esta división simple, pero clara, para tratar algunas cuestiones tanto científicas como éticas.

Los contenidos de educación ambiental pertenecen a un ámbito de conciencia social y
tienen que ser tratados por el individuo. Los niños y niñas llegan a conocer el medio ambiente de forma directa, en sus experiencias y observaciones. También a través de los medios de comunicación y de las actitudes y conductas de los adultos. Los niños y niñas son capaces de mostrar preocupación y de emprender acciones hacia el futuro respecto a un entorno que puede ser dañado y destruido.

Desde siempre, los seres humanos hemos cambiado el entorno. Justamente una de las tareas que caracterizan la actividad humana es la de "domesticar" la naturaleza, considerada silvestre y salvaje. Lo que ocurre es que estos cambios, que se han ido produciendo poco a poco y a lo largo de miles de años, se han acelerado de manera vertiginosa durante las últimas décadas y están provocando un desequilibrio negativo que pone en peligro la supervivencia humana en la tierra. Esta situación nos ha llevado a plantearnos por primera vez la necesidad de desarrollar una conciencia y acción urgente sobre los problemas ambientales, consecuencia de nuestras actuaciones sobre nuestro entorno. Algunos de los problemas más serios son la contaminación atmosférica, el cambio climático, el agotamiento de recursos no renovables, la pérdida de la biodiversidad, la destrucción de la capa de ozono, etc.

El medio ambiente, además de ser la naturaleza, esta compuesto por todo lo que forma parte de nuestras relaciones con el entorno, natural y cultural a la vez. En este sentido, los edificios, los parques, las calles, el mobiliario urbano, etc. son también nuestro medio ambiente, a menudo el más inmediato.